Aunque no es muy común que un gato que tenga los testículos hinchados
padezca un cáncer, las neoplasias serían otra de las causas de
inflamación testicular. El cáncer afectaría a uno de los testículos que
aparecería agrandado, consistente y, en vez de presentar una superficie
regular y suave, tendría irregularidades y nódulos. Otras veces el tamaño no varía pero el testículo se palpa endurecido.
Para este caso y para cualquiera de los que he expuesto, se recomienda como tratamiento la esterilización a edades tempranas, antes de que el gato inicie su actividad sexual, aproximadamente con 5-6 meses.
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