Generalmente, los testículos de los gatos nos pasan desapercibidos
debido a su pequeño tamaño y a su localización que puede camuflar la
cola o el pelaje si este es largo. Por eso, es fácil que nos llame la
atención que un gato tenga los testículos hinchados, endurecidos o
enrojecidos, es decir, bien visibles. En este blog
explicaré a qué causas pueden ser debidos estos signos y cuál será el
tratamiento de elección que, por supuesto, debe prescribir el
veterinario.
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